Las redes sociales, contra las cuerdas por la salud mental de los menores

Marta Otero Torres
marta otero LA VOZ

SOCIEDAD

Mark Zuckerberg, durante su comparecencia en el Senado de Estados Unidos para hablar de menores y redes sociales
Mark Zuckerberg, durante su comparecencia en el Senado de Estados Unidos para hablar de menores y redes sociales EVELYN HOCKSTEIN | REUTERS

Nueva York presentó una demanda formal contra TikTok, Instagram, Facebook, Snapchat y YouTube por «alentar una crisis de salud mental entre los menores en toda la nación».

16 feb 2024 . Actualizado a las 17:46 h.

El mes de febrero arrancó en Estados Unidos con las principales redes sociales sentadas ante el Senado para rendir cuentas de sus estrategias con los menores de edad. El país iniciaba así una senda por la que avanzar en la protección de la salud mental de los adolescentes, que esta misma semana ha dado otro paso de gigante con la denuncia interpuesta por la ciudad de Nueva York contra TikTok, Instagram, Facebook, Snapchat y YouTube por los perjuicios que causan a la salud mental de los menores.

«Hoy estamos actuando en nombre de millones de neoyorquinos para que estas compañías rindan cuentas por su papel en esta crisis (...) La denuncia y el plan de acción son parte de una acción más vasta que afectará a las vidas de nuestros jóvenes, nuestra ciudad y nuestra sociedad en los años venideros», expresó el alcalde, Eric Adams, que fue el encargado de presentar la demanda, según informó la agencia Efe.

La cosa va muy en serio. El pasado 24 de enero, la misma ciudad de Nueva York equiparaba las redes sociales a las armas o las drogas, por su peligrosidad, y las declaraba una «amenaza para la salud mental». «No podemos quedarnos mirando y dejar que las grandes tecnológicas moneticen la intimidad de nuestros hijos», subrayó entonces el alcalde, que se apoyó en un informe del Departamento de Salud Mental que decía que un 77 % de los alumnos de secundaria pasan tres horas o más al día delante de una pantalla en su tiempo de ocio.

En la demanda se exponen claramente las estrategias que usan las redes para manejar a los menores: «el uso de algoritmos para mantener a los usuarios conectados y animar a una utilización compulsiva», el diseño de mecanismos similares a los juegos en el diseño de aplicaciones, y el abuso de la «reciprocidad», que es lo que hace sentir al usuario la necesidad de interactuar con la aplicación.

La de Nueva York es la primera denuncia contra varias grandes tecnológicas —que, paradójicamente, son las reinas de Wall Street—, pero antes, en octubre, otros 41 estados denunciaron de forma individual a Meta (propietaria de Facebook e Instagram) por las mismas razones. Estados Unidos imparte de algún modo con esta medida doctrina para orientar a otros muchos países sobre el camino a tomar ante la presencia creciente de las redes en la vida de los niños y jóvenes.

La revolución se teje lentamente. En España, el pasado 30 de enero el Consejo de Ministros aprobaba la creación de un comité de 50 expertos que tendrá como objetivo proponer una serie de medidas para garantizar un entorno digital seguro a los menores ante del mes de septiembre. La idea es establecer un «acuerdo de país» que acabe de una vez con problemas que empiezan a ser graves como al acceso sin control a contenidos pornográficos o violentos y a webs de apuestas o foros de alto riesgo que lesionan a los adolescentes españoles.

Lo primero que harán estos expertos es elaborar un informe con los análisis y las conclusiones sobre el impacto de las tecnologías en los menores, algo cada vez más patente a nivel psicológico. Con estos datos, formularán toda una lista de recomendaciones, actuaciones y medidas para que las administraciones públicas puedan proteger a niños y adolescentes contra los riesgos de internet y las redes sociales y contra cualquier vulneración de sus derechos.

Antes de llegar al punto de la ciudad de Nueva York, el Gobierno pretende implicar a la industria y a los operadores digitales en este pacto, que se concretará en la aprobación de una ley integral de protección de los menores frente a los riesgos de la red, de una estrategia multidisciplinar y educativa y la puesta en marcha de una sistema técnico de verificación de edad que bloquee el acceso de niños a las webs con contenidos de adultos.

Las empresas se defienden aludiendo al control parental

En su comparecencia a principios de mes ante el Senado americano, las cinco principales redes sociales echaron balones fuera sobre su responsabilidad en la salud mental de los adolescentes. Solo Snapchat compartió una cifra de usuarios menores de edad en su red social en un comité ante el que comparecieron Mark Zuckerberg, de Meta Platforms (Facebook e Instagram); Linda Yaccarino, de X Corp (antigua Twitter); Evan Spiegel, de Snap (Snapchat); Shou Zi Chew, de TikTok; y Jason Citron, de Discord, para testificar sobre su papel en la gestión del abuso sexual infantil y los problemas de salud mental, sobre todo en los usuarios más jóvenes.

Yaccarino defendió el trabajo de X, la nueva etapa de Twitter tras su adquisición por parte de Elon Musk en octubre de 2022, alegando que el año pasado suspendieron 12,4 millones de cuentas por violar las normas sobre el contenido de explotación sexual infantil en la plataforma, frente a los 2,3 millones de cuentas que Twitter retiró un año antes por los mismos motivos.

Evan Spiegel, por su parte, indicó que la red social Snapchat tiene 20 millones de usuarios menores de edad en Estados Unidos y en torno a 200.000 padres usan el centro dedicado a los controles parentales. También dijo que unas 4.000 cuentas de adolescentes están vinculadas a una cuenta parental a través del Centro Familiar. Zuckerberg —responsable de Meta Platforms, que incluye las redes sociales como Facebook e Instagram y el servicio de mensajería WhatsApp— tampoco compartió una cifra sobre los usuarios menores de edad que tienen sus plataformas, en línea con lo expresado por el director ejecutivo de TikTok, que aseguró que TikTok fue una de las primeras plataformas en ofrecer a los padres herramientas de supervisión.

Pero un día antes de que los cinco directivos acudieran a la citación, se conoció la existencia de un documento interno de Meta en el que se señalaba que el uso de los controles parentales no está tan extendido como pudiera parecer, ya que menos del 10 por ciento de las cuentas de adolescentes en Instagram los tenían activados a finales de 2022.

La consultora tecnológica y exdirectora del equipo de Innovación responsable de Meta, Zvika Krieger, incluso señaló que «el sucio secreto sobre los controles parentales es que la gran mayoría de los padres no los usan», en declaraciones a The Washington Post. También salió a la luz que nunca llegó a aprobarse la solicitud que se hizo a Zuckerberg para contratar a 45 empleados más para apoyar los trabajos de seguridad infantil, que incluyen la moderación para evitar el acoso, el hostigamiento y las autolesiones, un trabajo que se había «vuelto cada vez más urgente», como citaba la solicitud.